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Estudiantes y profesionales necesitan presentar evidencias de sus tareas, trabajos o logros. Para esto necesitan elaborar su propio portafolio. Esta herramienta es personalizable y se ajusta a las necesidades, disciplina e intereses de quienes la utilizan. A continuación, te diremos todo lo que debes saber al respecto y te presentaremos ejemplos útiles.
Un portafolio es una forma de mostrar tu trabajo y comprobar tus habilidades, ya sea a nivel estudiante o profesional. En ambos casos se trata de una recopilación de evidencias, que pueden ser físicas o digitales.
En general, esta herramienta permite compilar:
El tipo de trabajos que recopiles dependerá de tu área de conocimiento y servirá para que te diferencies de tus colegas o competidores. De hecho, se recomienda que en entrevistas laborales cuentes con él, en formato digital e impreso para acompañar tu currículum vitae.
Además, si eres freelancer, contar con un portafolio te permitirá encontrar clientes más fácilmente, pues ellos podrán conocer lo mejor de tu trabajo y proyectos realizados.
El portafolio estudiantil sirve para evaluar el desempeño de los alumnos con base en la recopilación o colección de tareas realizadas.
Además de habilidades, permite demostrar los logros alcanzados con base en los objetivos planteados por el docente.
Las evidencias se ordenan en forma cronológica y se incluye una reflexión en torno al trabajo desarrollado periódicamente.
En este tipo de portafolio, es el docente quien determina con qué trabajos y evidencias el estudiante va a demostrar los conocimientos adquiridos. Asimismo, define el instrumento y los criterios de evaluación para valorar el portafolio.
El portafolio profesional permite demostrar habilidades y aptitudes con las que se cuentan para desempeñar un trabajo.
En esta herramienta se incluyen, además de datos personales, experiencia laboral y formación, evidencias de colaboraciones a nivel laboral.
Si se cuenta con experiencia en liderazgo, las contribuciones profesionales deben incluirse para que los posibles clientes o reclutadores la conozcan.
Ya sea estudiantil o profesional, los portafolios pueden ser físicos o digitales. En el caso del primero, permite presentar el trabajo impreso para que pueda ser consultado en cualquier momento y lugar.
Aunque algunos consideran que esta herramienta es anticuada, en realidad es una excelente forma de demostrar esfuerzo, dedicación y responsabilidad.
Para muchas empresas y clientes es una muestra de profesionalismo, preparación y hasta de marca individual.
Además, es una excelente herramienta, fácilmente accesible, que evita enfrentarse a contratiempos que puedan generar poco interés en el trabajo.
Por ejemplo, poca compatibilidad del formato con una computadora o dispositivo, ajustes de navegador, luz de monitor que no permita apreciar los colores y detalles de las ilustraciones, entre otras.
Un portafolio digital, como su nombre lo dice, incluye todo tipo de formatos digitales. Esto incluye videos, audios, ilustraciones, simulaciones, software, textos, entre otros.
Esta herramienta es muy utilizada por diseñadores, arquitectos, programadores, fotógrafos, ilustradores, videógrafos, entre otros.
Por lo regular, un portafolio digital se presenta en formato PDF para garantizar la compatibilidad con casi todo tipo de dispositivos.
Sin embargo, también se pueden usar herramientas como WordPress para que el portafolio esté disponible para ser consultado directamente en la web.
Al crear tu portafolio, no importa si es físico o digital, debes incluir los siguientes elementos:
No tienes que ahondar en tu vida personal. Basta con que describas quién eres, tus intereses y trayectoria. Si lo deseas, puedes incluir tu misión personal y profesional.
Esto permite respaldar tu trabajo con base en tu experiencia. Recopila solo la información relevante. Consulta nuestros artículos:
Un portafolio debe permitirte conseguir clientes o empleo; por ello, es importante que no falten tus datos de contacto:
Selecciona tus mejores creaciones y agrega explicación breve del proceso creativo. También puedes incluir la metodología que utilizaste para elaborarlas.
Si tus clientes han hecho buenos comentarios de tu trabajo, comparte sus opiniones para incrementar la credibilidad de tu portafolio.
¿Has recibido reconocimientos, menciones o premios de algún tipo? ¡Menciónalos! Si tienes enlaces o publicaciones en las que aparezca tu nombre o trabajo, intégralas.
Tu portafolio físico, digital, estudiantil o profesional debe ser, ante todo, creativo y estar debidamente organizado. Por ello, debes tomar en consideración lo siguiente:
El trabajo o evidencias que presentes no corresponde a una sola categoría. Asegúrate de crear secciones para darle orden que permita que tus lectores identifiquen plenamente cada evidencia.
Si es físico, puedes usar divisores o separadores para carpeta con pestañas de colores para colocar títulos. Existen clasificadores tipo acordeón que te pueden facilitar la tarea.
El objetivo de un portafolio es que muestre tu trabajo; por ello, debe ser pulcro y agradable a la vista. Si es físico, las impresiones, copias o fotografías deben ser de calidad para que se pueda apreciar.
En el caso de los portafolios digitales, existen herramientas que generan ventanas emergentes para cada pieza. Esto permite darle al espectador el tiempo suficiente para conocer todas tus creaciones.
La organización de tu portafolio debe retomar fechas relevantes para evidenciar cuál ha sido tu proceso de desarrollo profesional. No importa si no tienes mucha experiencia, es importante que se conozca la evolución de tu proceso creativo.
Este depende del formato. Si es físico, lo ideal es presentar máximo 20 páginas. De otra manera, puede volverse pesado y poco manejable. En el caso de uno físico, 30 páginas es el límite.
Elige solo trabajos que realmente te enorgullezcan para que al enseñar tu portafolio te sientas seguro de tus habilidades.
Aunque mostrar los encargos para clientes satisfechos permite respaldar tu experiencia, también puedes incluir creaciones elaboradas por iniciativa propia. Este recurso es especialmente útil para quienes no tienen mucha experiencia en el ramo o deseen lanzarse como freelancers.
Entre más versiones tengas de tu portafolio, mejor. En particular, debes buscar que se adapte a la empresa o público al que quieres llegar.
No importa si es físico o digital, tómate el tiempo para seleccionar tu trabajo acorde con el puesto que deseas ocupar o el proyecto en el que aspiras a participar.
No incluyas trabajos de más de tres años, a menos que te hayan valido algún reconocimiento. Además, procura usar las herramientas en tendencia para demostrar que estás al tanto de las nuevas tecnologías.
Aunque lo digital está de moda, contar con una versión de tu trabajo físico puede sacarte de apuros. Asegúrate de tener ambos formatos siempre a la mano en una entrevista laboral.
Si no tienes el tiempo de crear uno físico, al menos ten a la mano una versión corta para imprimir. En esta puedes incluir tu nombre, datos de contacto, logotipo y algunos ejemplos.
Recuerda que no hay nada que hable mejor de ti que demostrar que estás preparado para cualquier situación.
Portafolio físico
Portafolio digital
Ya sea que desees crear un portafolio digital o una versión para imprimir, hay algunas herramientas que te pueden servir para crearlo e imprimir tu sello personal.
En estas plataformas podrás conocer cómo hacerlo paso a paso, solo necesitas suscribirte desde Facebook o cuenta de Google:
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por Redacción Milformatos el 30 de septiembre de 2021
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