CARTA A UN AMANTE

A mi orquídea:

Te escribo esta noche porque no dejo de pensar en ti, en lo que estarás haciendo justo en el momento en que escribo estas palabras. ¿Estarás descansando, leyendo aquel viejo libro que llevas a todos lados o soñando conmigo desde tu cama?

Sería maravilloso que me tuvieras en la mente en este momento, mientras yo no te puedo apartar de mi pensamiento. Pienso que sería una forma de burlar la distancia para poder estar juntos, juntos como aquella primera tarde que nos descubrimos, después de una botella de vino y sonrisas de complicidad.

Cada vez que recuerdo cómo se veía tu rostro bajo la luz tenue de aquel restaurante se derrite mi corazón. Es en esos ratos que olvido que ni tu ni yo somos libres, que ambos compartimos nuestras vidas con otra persona.

Envidio a quien te tiene a su lado noche y día, que puede llevarte de la mano por las calles… pero no lamento haberte conocido en este momento, el menos esperado de todos.

Y a pesar de los obstáculos aquí seguimos, sorteando nuestros compromisos y viviendo nuestras vidas cada uno desde su trinchera. Pero mientras estamos lejos no olvido que tu amor es solo mío y el mío es solo tuyo.

Te ama,

L

Posdata: Espero con ansias a que llegue nuestro día.

Amor,

Te digo así como seguramente ella te dice todos los días. Lo digo con celos porque a pesar del amor que siento por ti no me dejan de asaltar las dudas.

Reconozco con tristeza que al principio me encantaba la idea de que fueras un amor prohibido. Disfrutaba de nuestros encuentros casuales y el peligro era muy excitante.

Después de que me dijiste que dejarías a tu esposa, la situación ha cambiado. Saber que podríamos tener un futuro me hizo quererte todavía más. Antes de esa conversación nunca lo había pensado.

No sé por qué lo dijiste, pero la esperanza se ha mantenido con vida a pesar de que ya pasó medio año.

Ahora, esa emoción que me asaltaba cuando podía verte se ha convertido en incertidumbre. Sé que este proceso no será sencillo, pero me incomoda tu falta de iniciativa al respecto.

Debes saber que ya no se trata solo de ti y no estoy dispuesta a seguir compartiendo tu tiempo.

Te escribo esta carta para recordarte que fuiste tú quien dijo que podríamos estar juntos, como una pareja normal. Fuiste tú quien incendió esta ilusión y solo tú podrás romperla. Solo quiero que seas honesto conmigo y, cualquiera que sea tu respuesta, me la hagas saber a la brevedad.

Te quiere,

Sonia

P.D.: Puedo soportar cualquier negativa, pero no otros seis meses de espera.

Querido:

Cada mensaje que me enviaste hizo que mi corazón se acelerara. Viví tantas emociones y sensaciones que a veces pensaba que iba a estallar. Cuando no sabía de ti, me invadía un vacío que sentía que era imposible de llenar.

A pesar de los buenos momentos que vivimos, ambos nos conocimos con la mitad del camino recorrido, tras haber encontrado a nuestras parejas y tener a nuestros hijos.

Sí, las primeras semanas me encantaba recorrer kilómetros para encontrarnos en un lugar secreto. Las peleas que teníamos después de que uno de los dos no podía llegar y esa deliciosa reconciliación.

Sin embargo, nada dura para siempre. Después de la última vez que tuviste que salir del país durante dos meses todo cambió.

Sé que podrá sonar hipócrita, pero con el pasar de los días al ver a mi familia reunida en la mesa cada noche pensaba en nuestra relación y me carcomía por dentro.

Reconozco que los momentos que compartimos me dieron la ilusión de que éramos solo tú y yo, pero la realidad siempre fue otra. A pesar de que fui egoísta, cada plan que hicimos nunca estuvo exento de dudas.

Me di cuenta de que me aterraba pensar lo que sucedería, si lo que tuvimos llegaba a saberse.

Con tu último mensaje, ese en el que decías que volverías en dos semanas y que te morías por verme descubrí que ya no disfruto el peligro de estar contigo. Por eso, para mí nuestro romance está terminado.

Te escribo esta carta para tener una despedida apropiada, aunque nuestra relación no lo fue.

Adiós,

E

P.D.: Presenté mi renuncia a la empresa y mi familia y yo nos mudaremos antes de que regreses. No intentes buscarme. Por favor, no digas nada y solo déjame ir.