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Fecha de actualización: 29/11/2021
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El informe científico es un documento bastante empleado por estudiantes de la universidad y también de la secundaria, el cual les permite difundir los resultados de un estudio. ¿Tienes experiencia redactando esta clase de trabajos escritos? Aunque se trata de un informe detallado, no tiene porque ser un dolor de cabeza o una actividad muy complicada. Presta atención a los consejos que compartimos sobre cómo estructurar y redactar tu informe científico, para ahorrarte horas de confusión y trabajo duro.
El informe científico es un documento que, de forma organizada y metodológica, reúne información acerca de alguna investigación o experimento realizado. Su propósito es revelar detalles sobre los procesos, resultados y estimaciones en relación a la temática estudiada.
Es tarea difícil divulgar los aportes de una investigación sin la elaboración de un informe científico. Por lo tanto, es imprescindible tanto en la vida profesional como estudiantil, saber redactar y estructurar este tipo de trabajo.
El informe científico siempre se escribe bajo algunos criterios que facilitan su lectura e interpretación. En este sentido, para redactar un buen informe debes tomar en cuenta las siguientes características fundamentales:
La estructura de un informe científico puede variar en algunos detalles que se consideran opcionales. Es decir, el autor puede decidir si le conviene utilizar ciertas partes de la estructura, o si debe suprimirlas. Esto de acuerdo al tipo de estudio realizado y los objetivos del mismo:
Al tratarse de un informe científico, la portada puede ser realizada en una hoja aparte, o simplemente limitarse a unas cuantas líneas antes del resumen, en la primera página del informe. Los datos que se deben mencionar son título del estudio, nombre del autor, institución a la que pertenece y fecha de presentación.
Justo como en todo trabajo de investigación, el informe precisa de una reseña breve en la cual se explique de forma clara los aspectos más relevantes del estudio. Generalmente el resumen no excede las 300 palabras. Debe resaltar objetivos de la investigación, metodología, análisis de resultados y conclusiones.
En un párrafo aparte, el autor enlista las palabras claves. Éstas son términos útiles para que el lector pueda comprender a simple vista la temática del informe.
Es fundamental incluir una sección que explique el tema que se abordará y las causas que inspiraron la elaboración del trabajo. Se trata de una especie de carta de presentación, en la cual es muy importante atraer al lector y motivarlo a seguir leyendo el documento.
La introducción no tiene que ser muy larga, pero debe estar sujeta a una revisión bibliográfica para presentar antecedentes, conceptos o teorías sobre el estudio. Finaliza exponiendo los objetivos y/o hipótesis del trabajo.
Para redactar este apartado debes hacerte las siguientes preguntas: ¿cómo, cuándo y dónde se hizo el trabajo? En él se explican de forma clara y concisa todos los procedimientos ejecutados, especialmente aquellos empleados para obtener los resultados.
Además, la metodología describe el diseño de investigación, la población del estudio y la muestra utilizada. Cuando se trata de un experimento es necesario incluir los materiales e instrumentos manejados.
La misión de esta sección es reportar lo que se encontró. El autor describirá los resultados de forma ordenada, es decir, asegurando que respondan a los objetivos planteados. Es importante evitar opiniones o juicios de valor. Los datos deben presentarse sin interpretarlos, acompañados de tablas o figuras que sintetizan la información y facilitan su comprensión.
En esta sección, el investigador debe revisar los resultados obtenidos y explicar de forma coherente qué significan estos datos, en función de su hipótesis. También debe aclarar por qué se llega a estas conclusiones.
A esta altura del informe el autor ya tiene toda la información que necesita y está preparado para tomar esta evidencia, y plantear al lector si su hipótesis es válida o no.
Al realizar un informe científico, es indispensable usar información de otros trabajos. Las fuentes de consulta le proporcionan fiabilidad al trabajo y deben estar debidamente acreditadas para no incurrir en plagio.
Existen diferentes formatos establecidos para registrar las referencias bibliográficas. Generalmente se escriben en orden alfabético con los siguientes datos: nombre del autor, título del trabajo, editorial, año y lugar de publicación.
El objetivo de un informe científico es comunicar con precisión el proceso de un estudio. Cuando el trabajo escrito es difícil de comprender, pierde su propósito. Debes tomar en cuenta estas recomendaciones para facilitar su redacción:
Revisa con anticipación todos los antecedentes que puedas encontrar sobre el tema de tu informe. Mientras más conoces, será más sencillo determinar qué información te sirve como base teórica.
Si te parece que tienes muchas ideas y no sabes cómo compaginarlas, primero debes establecer tu plan de redacción, ya sea con un borrador, esquema o mapa mental, hasta que estés conforme con la organización de tu informe y puedas empezar a escribir.
Para asegurar la calidad del informe científico, debes dominar estas características. Presenta el texto con un orden lógico y procura su sencillez, planteando sólo la información necesaria. No expongas ideas redundantes y evita las ambigüedades o palabras muy complejas.
En la redacción de un informe científico, casi en todas las secciones los verbos deben ir conjugados en tiempo pasado. Las excepciones son la introducción y la discusión, en el resto del informe procura no intercambiar los tiempos verbales.
Antes de su entrega o publicación, es aconsejable compartir el trabajo con otra persona que pueda asegurarte que el informe está escrito de forma coherente. O en todo caso, reconocer las partes no entendibles. Además, es una buena manera de detectar y corregir cualquier falta de ortografía o gramática. Especialmente si ese aspecto no es tu fuerte.
Incidencia del aceite de almendras para acelerar el crecimiento del cabello El presente informe expone los resultados experimentales de la aplicación periódica de aceite de almendras para acelerar el crecimiento del cabello. Se trata de un aceite natural antioxidante con una particular combinación de nutrientes (zinc, vitamina B7 y vitamina E), que tiene un efecto positivo para frenar la caída del cabello y aumentar el ritmo de su regeneración. El estudio estuvo compuesto por dos grupos de 20 mujeres, durante 6 meses un grupo se aplicó aceite de almendras en el cuero cabelludo, mientras que el otro utilizó productos farmacéuticos comunes para hacer crecer el cabello. Palabras clave: aceite de almendras, crecimiento, cabello, antioxidante, vitamina B7, vitamina E, zinc. El aceite de almendras es un compuesto natural con alto contenido de zinc, vitaminas B7 y E. En el mundo de la cosmética, es muy apreciado gracias a sus propiedades antioxidantes. Comúnmente, se utiliza como ingrediente en productos para la hidratar y nutrir la piel. Pero también ha llamado la atención de los científicos sobre sus beneficios para el cuidado del cabello, específicamente, para acelerar el crecimiento y la regeneración de las hebras capilares. Este estudio tiene el objetivo de comparar la eficacia del aceite de almendras para favorecer el crecimiento del cabello, frente a otros productos farmacéuticos. Para la realización de este estudio, se tuvo en cuenta una muestra de 40 mujeres, las cuales fueron divididas en dos grupos de 20 personas cada uno. A lo largo de 6 meses, el grupo A recibió masajes en el cuero cabelludo con 5 gotas de aceite de almendras 5 veces a la semana. Mientras que, con el grupo B se utilizó la misma cantidad de un producto comercial para el crecimiento del cabello. Al cabo de los 6 meses, las mujeres del grupo A habían experimentado un crecimiento del cabello entre 11 y 14 cm, esto es más del 22% y 55% del crecimiento promedio del cabello. Por su parte, los individuos del grupo B solo habían sumado de 10 a 12 cm más. Es decir, una variación del 25% del ritmo normal de crecimiento. Los resultados arrojados por el estudio indican que el aceite de almendras tiene una incidencia considerable para favorecer el crecimiento de cabello, de forma natural y saludable. Los productos comerciales también son efectivos para este problema, pero durante el experimento demostraron un ritmo de crecimiento considerablemente menor. Otros beneficios del aceite de almendras sobre el cabello, han sido el fortalecimiento de los folículos pilosos y la hidratación profunda del cabello. Hernández, M. (2010), Cosmética, Estética y Salud. Editorial Luna, 2da edición. Madrid, España.
A. García López
Universidad Nacional Autónoma
Colombia, 25 de noviembre de 2020RESUMEN
INTRODUCCIÓN
METODOLOGÍA
RESULTADOS
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Brown, S. (2014), Propiedades y composición química de los aceites naturales. Universidad de Nueva York. Nueva York, Estados Unidos.
En este punto manejas las nociones básicas sobre un informe de este tipo. Por lo que, te recomendamos descargar gratis nuestro formato de informe científico. De ese modo, tu única preocupación será rellenar con toda la información resultante de tu estudio. Puedes descargarlo como documento Word, o guardarlo como PDF.
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por Redacción Milformatos el 29 de noviembre de 2020