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Fecha de actualización: 11/12/2020
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Desde la educación primaria, hasta la vida universitaria, la redacción de resúmenes es una actividad muy común e importante para desarrollar las habilidades de comprensión lectora y síntesis de los estudiantes. Este post tiene la finalidad de explicarte los aspectos más relevantes en la construcción de un resumen. Conoce sus tipos, estructura y consejos sobre cómo redactarlo. Además, no olvides descargar gratis nuestro formato para resumen en Word.
El resumen es un texto que presenta de forma más abreviada y precisa el contenido de algún escrito. Su propósito es registrar y ordenar la información más importante, manteniendo el sentido original del autor. Se cambia la estructura y forma del texto, pero no se altera el mensaje inicial.
Debes tener presente que elaborar un resumen no sólo involucra hacer una versión más corta del contenido original. Para asegurar su coherencia y claridad, es necesario saber planificar y construir el nuevo texto, trabajando con estrategias de análisis, selección, organización y síntesis.
Un resumen puede clasificarse según su extensión, propósito, audiencia o por su medio de difusión. Los diversos tipos de resumen son:
El resumen es muy útil para determinar la información de mayor interés y facilitar la comprensión de un contenido muy largo o complejo. En ese sentido, para hacer un buen resumen debes saber de las características que definen el texto.
Debes saber que un resumen se construye como un único texto sin divisiones o secciones. No obstante, conserva una estructura definida que te ayuda a darle forma al contenido y permite que sea de fácil comprensión para otras personas.
El resumen debe contener un título que refleje la idea principal del texto, ya que corresponde al primer vistazo que tiene el lector sobre el escrito. Puedes redactar el título antes de escribir tu resumen, y editarlo al final del trabajo, si consideras que no es el adecuado, o se te ocurre una idea mejor.
Constituye una breve presentación del tema a resumir. La introducción puede exponerse en un párrafo o bien desarrollarse en una simple oración. Además, es posible incluir información adicional como, cuáles fueron las bases del autor, o qué propósito tenía el texto original. Si el resumen está dirigido a una audiencia, es muy importante atraer al lector para que siga leyendo.
Es la sección que revela el contenido más importante del texto original. En ella se presentan las ideas principales obtenidas al realizar la lectura, las cuales pueden desarrollarse en uno o varios párrafos, dependiendo de su extensión.
Aunque lo esencial es exponer los aspectos fundamentales, el resumen debe estar redactado con coherencia y claridad para no perder su capacidad informativa.
Representa la terminación del resumen, en la que se expone una síntesis o se recapitula el asunto tratado en el texto principal. En este apartado no se incluyen comentarios o interpretaciones personales.
Incluye los datos que ayudan a identificar y localizar la fuente consultada para la elaboración del resumen. Existen diferentes formatos para redactar las referencias. Sin embargo, suelen contener la siguiente información: Nombre del autor, título de la obra, editorial, país, año de publicación, y si es el caso, se especifican las páginas de dónde se extrajo la información.
Elaborar un resumen es tarea frecuente en la vida escolar. No obstante, es posible que no sepas cómo hacerlo. Si te resulta difícil redactar esta clase de documento correctamente, debes seguir estos pasos:
El primer paso es leer el texto detenidamente y todas las veces que sean necesarias, hasta que lo hayas entendido en su totalidad. Lo principal es comprender el tema para identificar sus ideas principales y secundarias. Después de inspeccionar las partes del contenido consultado, se comienzan a seleccionar los fragmentos más importantes, que darán pie a la estructura del resumen.
Debes reconocer aquellas partes del texto que contengan repeticiones, o detalles innecesarios. Acto seguido, necesitas eliminarlas de tu texto. De igual manera, no es apropiado añadir información que no esté presente en el documento original, esto iría totalmente en contra de la finalidad de un resumen.
Lo siguiente es ordenar y jerarquizar las ideas previamente seleccionadas, estableciendo relaciones entre ellas. La mejor manera para definir su organización es preparando una versión inicial del resumen en forma de borrador, o de esquema, y luego comenzar a redactar.
Esto te permitirá alterar la estructura de las ideas, de modo que expresen sentido y unidad. El lector podrá revisar el escrito y enterarse de los detalles fundamentales, sin sentir la necesidad de leer el texto original.
El resumen respeta la idea esencial del texto consultado. Pero no se trata de una copia o reproducción exacta. En tal sentido, al incluir expresiones literales del escrito original, dejas en evidencia que no dispones del vocabulario preciso para expresarte con tus propias palabras, o bien, no comprendiste la información leída.
Para construir un resumen, debes mantenerte fiel a las ideas expresadas por el autor. Por tanto, es preciso conservar un carácter objetivo en su redacción y no emitir críticas o comentarios sobre el texto original.
Hacer una revisión al concluir la redacción, te ayudará a perfeccionar el resumen. No solo en cuanto a las correcciones de ortografía y puntuación, sino también poner a prueba su coherencia y cohesión. Además, puedes ajustar detalles que refuercen la claridad y precisión del texto. Asimismo, puedes hacer una comparación con el texto original, para corroborar que no se ha excluido información importante.
La zanahoria mejora la salud de la vista, la piel y los intestinos Rojas, A. La zanahoria es una hortaliza que es consumida cruda o cocida. Tradicionalmente, se ha asociado con importantes beneficios para la vista, lo cual ha motivado distintas investigaciones científicas para establecer sus verdaderas propiedades y aportes a la salud. Actualmente se sabe que las zanahorias son una excelente fuente de nutrientes, como las vitaminas A, B3, E, K y ácido fólico; además de carotenoides y minerales fundamentales como potasio, magnesio, fósforo y calcio. Precisamente, son los carotenoides y la vitamina A los nutrientes responsables de los beneficios de estas hortalizas para cuidar de la vista, ya que promueven el buen funcionamiento de la retina, al mismo tiempo que cuidan de la membrana conjuntiva y de la córnea. Por otro lado, las vitaminas A y B permiten que la zanahoria se convierta en un alimento antioxidante, que protege la piel y acelera su regeneración. De este modo, se favorece el proceso de sanación para las heridas y se bloquea la acción de los radicales libres (moléculas que incrementan el envejecimiento de las células). Sus beneficios para los intestinos y para todo el sistema digestivo, están relacionados con el contenido de agua y fibra. Ambos compuestos son fundamentales para facilitar el movimiento de los intestinos y la eliminación de las heces. Consumir zanahoria cruda ayuda a mantener la flora intestinal, mejorar la digestión y prevenir afecciones gástricas, como las úlceras y la acidez. Esta hortaliza no puede faltar en la dieta de cualquier persona. Comer zanahorias regularmente, pero con moderación, puede significar una notable mejoría en la salud general de individuos de diferentes edades. Referencia Papa Pintor, Y. (26 de febrero, 2020). Mejor con Salud: Propiedades y beneficios de la zanahoria. Salamanca, España. Recuperado de: https://mejorconsalud.as.com/propiedades-beneficios-la-zanahoria/
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por Redacción Milformatos el 12 de diciembre de 2020