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Las opiniones a menudo aparecen en periódicos, revistas e incluso blogs. Son muy populares porque permiten exponer y defender un punto de vista sobre un tema relevante o incluso polémico. Si deseas escribir una, pero no sabes por dónde comenzar, te explicaremos paso a paso cuáles son las características de la opinión.
La opinión es un género periodístico que se caracteriza por exponer un punto de vista personal sobre algún tema, por lo general de interés público y polémico.
Un texto de este tipo se caracteriza por dejar a un lado el tratamiento objetivo de la información por una visión subjetiva. De hecho, el autor o autora expone sus ideas en primera persona de forma argumentativa, para persuadir al lector.
Aunque se trata de una exposición subjetiva, se deben usar datos precisos y argumentos coherentes. Además, es muy importante que se verifique la veracidad de los elementos expuestos, pues debe asumir su responsabilidad por lo que escribe.
Asimismo, una opinión es un texto fácilmente refutable, debido a que está enfocado sobre impresiones personales. Por lo que es una forma de fomentar el diálogo y el intercambio de ideas.
Aunque el estilo de una opinión es libre, hay algunos elementos que no deben faltar:
Título
El título debe ser provocativo para generar polémica e invitar a otros columnistas de opinión a dar su respuesta.
Hipótesis o introducción
Se deben presentar de forma concisa y coherente las ideas principales del tema que se discutirá en el artículo. Asimismo, debe existir una hipótesis para intentar validar en el texto. Puede realizarse en forma de pregunta o afirmación.
Aunque la redacción puede ser similar a otros estilos, como la crítica y la crónica, el lenguaje debe ser simple, coherente y subjetivo.
Desarrollo
A esta sección también se le conoce como interpretación, pues el autor podrá exponer sus ideas acerca del tema. Asimismo, deberá exponer sus argumentos para defender su punto de vista.
En el desarrollo se debe recurrir a datos objetivos y citas de autoridad que permitan establecer causas y consecuencias. Además, en esta parte se pueden comparar tiempos, lugares, épocas e incluso presentar ejemplos.
Conclusión
La parte final del texto constituye el cierre de la opinión, por lo que el texto es enteramente subjetivo.
Además, este apartado debe permitir que el autor anticipe su respuesta a críticas y opiniones contrarias a la suya.
Firma
Una opinión no puede publicarse a menos que sea firmada. De esta manera, otros columnistas o público en general pueden responderle directamente. Por ello, este elemento no debe faltar dentro del texto.
El título de una opinión debe ser, ante todo, atractivo. Tiene que funcionar como un gancho para el lector, por lo que puedes usar una expresión polémica.
En el caso de este texto, se vale que uses una frase provocativa, que incluso resulte molesta.
Las noticias tradicionales se redactan en voz pasiva debido a que el sujeto no es relevante para lo que se pretende transmitir.
En la opinión es todo lo contrario, pues el autor asume un papel activo y directo, por lo que la voz activa es indispensable para captar la atención del lector.
La opinión se distingue por ser un texto de tipo personal. Debido a esto, tu narración debe partir desde tu posición como protagonista.
Al igual que en un artículo especializado, la opinión debe redactarse nivel del lector promedio que deseas alcanzar.
En el caso de los temas sociales, basta con usar un lenguaje coloquial, accesible, claro, preciso y coherente.
No es lo mismo pensar una idea que escribirla, por ello, al escribir una opinión, es importante que hagas un primer borrador.
Esto te permitirá sintetizar tus ideas y desarrollar el tema con más coherencia. Asimismo, te permitirá darte cuenta en qué párrafos puedes introducir datos duros y en cuales basta con tus propias ideas.
Sí, somos esclavos de las redes sociales
¿Caminas con el celular en la mano deslizando el pulgar de abajo hacia arriba para ver fotos, videos y noticias que no te interesan? Si tu respuesta es sí, eres un esclavo de las redes sociales.
Cuando Facebook apareció en 2004 nadie se imaginó el monstruo en el que se convertiría. La red social provocó la aparición de otras plataformas que poco a poco cambiaron el comportamiento de nuestra sociedad.
Comenzó como una forma de comunicación, un espacio para el ocio. Actualmente, las redes sociales son la fuente de empleo de miles de personas, dentro y fuera de las corporaciones detrás de ellas.
La invasión de las plataformas es silenciosa y a menudo pasa desapercibida la adicción que nos provocan.
No es hasta que se ‘caen’ que los usuarios se dan cuenta de la dependencia que tienen hacia ellas, no solo para su ocio, sino también para su trabajo, educación y para mantener comunicación con otros.
Para mí que no soy un nativo digital es aterrador encontrarme caminando o conduciendo mientras miro el teléfono móvil.
Si por un momento dejo de ver mi celular en un bar o restaurante, veo que están llenos de personas que no interactúan entre ellas, pues al igual que yo tienen los ojos clavados en la pantalla.
Es evidente que nuestra voluntad, pasiones, trabajo y ocio están sometidos a la dinámica impuesta por las redes sociales.
¿Podremos dejar de ser esclavos de Facebook, Twitter, Instagram, TikTok… o solo cambiaremos de amo cuando otra red social aparezca? El tiempo lo dirá.
Para conocer más sobre el tema, revisa los siguientes artículos que en MilFormatos hemos preparado para ti:
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por Redacción Milformatos el 10 de octubre de 2021
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