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Las cartas continúan siendo de mucha utilidad hasta nuestros días. Sin embargo, para que destaquen entre otras, sobre todo en lo referente a la competencia comercial o laboral, es preciso darles un toque especial. Por ello, te hablaremos sobre los diseños de cartas y te daremos unos ejemplos útiles.
El diseño de cartas podría ser considerado por muchos como un mero adorno. En particular, en las de tipo personal, familiar o romántico, es decir, las cartas informales. A estas se les pueden añadir fotos, listones, dulces, globos y un sinfín de accesorios.
Sin embargo, no se trata solo de tener una idea extravagante. Lo que se busca es incluir un conjunto de características visuales que tengan una función definida.
Esto es especialmente cierto en las cartas formales, cuya estructura rigurosa no debe ser alterada para evitar confusiones. En este caso, la creatividad es una estrategia para atraer la atención del lector.
Los diseños de cartas deben tener algunos elementos importantes. Por ejemplo:
Logotipo: las cartas de empresas deben tener a la vista su logotipo. No importa si no es colorido y tampoco fue hecho por un experto, lo que cuenta es que represente a la marca y a sus productos.
Membrete: en este se puede incluir el logo, más el nombre de la empresa y su información básica. Por ejemplo, dirección, teléfono, página web, correo electrónico, etcétera.
En el caso de las misivas informales, existen blocs de notas con membretados no oficiales. Se trata de leyendas como ‘De la pluma de Angélica’ o ‘Del escritorio de José’. Estos tienen el objetivo de que el lector sepa de inmediato quién le escribe.
Tipografía: en el caso de las cartas formales, se pide utilizar una fuente básica que sea clara. Por ejemplo, Times New Roman, Arial, Calibri o similares en color negro y con un tamaño legible.
Para las informales, la tipografía es libre y pueden elegirse fuentes cursivas, infantiles o divertidas. Dependerá del tono y el asunto que tenga la carta.
Marca de agua: algunas empresas colocan su logotipo centrado y de gran tamaño, pero en marca de agua para que no comprometa el texto que se redacta.
Los blocs de notas informales también pueden incluir este detalle. Sin embargo, en vez de logo se pueden colocar las iniciales del remitente.
Marco: para cartas formales e informales que no tengan membretes o marcas de agua, pueden funcionar muy bien los marcos. Desde luego, el color y la textura que se elija dependerá del asunto a tratar, pues la idea es llamar la atención del lector de forma positiva.
Fotos: estas son muy comunes en las cartas personales, pero también aparecen en las de tipo laboral o académico. Sobre todo, en las cartas de presentación, pues algunos incluyen su foto tal como ocurre con el currículum vitae y esto le da una perspectiva más detallada sobre el aplicante al reclutador.
Tamaño adecuado
Las cartas formales se redactan en papel tamaño A4, de 21×29.7 centímetros. Para elaborar una no se debe usar otro tamaño, pues de esto depende en gran medida el carácter del documento. Además, evitarás que el lector confunda una misiva con un oficio u otro tipo de formato.
Imágenes de calidad
Tanto los logotipos, como los membretes y fotos, deben ser de calidad para poder insertarse en la carta. Se recomienda que, si tu diseño es digital, hagas una prueba de impresión para corroborar que los colores y detalles se aprecian con claridad.
De esta manera, podrás corregir cualquier desperfecto antes de que llegue a las manos del destinatario.
Si no puedes acudir con un diseñador, te recomendamos consultar el siguiente artículo:
Impresiones de calidad
Recuerda que una carta te representa a ti o a tu empresa. Por ello, debes asegurarte de que el papel en el que la imprimas sea de calidad, no se vea sucio y esté en perfectas condiciones.
Algunas instituciones se evitan este problema solicitando paquetes de hojas membretadas en tiendas especializadas. Así, cuando necesitan un documento, solo tienen que redactarlo en Word e imprimirlo en una hoja previamente diseñada y hasta texturizada.
Si no tienes presupuesto para lo anterior, invierte en una buena impresora o localiza un lugar en el que ofrezcan impresiones de calidad al menudeo.
Se recomienda que siempre tengas un respaldo digital, por si debes enviar tu archivo en PDF u otro formato.
Explota tu imaginación
En las cartas informales no tienes que seguir necesariamente un formato. Puedes usar tu imaginación para crear el diseño que tú quieras y con los materiales que a ti te parezcan.
Si tu misiva será digital, Word ofrece toda clase de herramientas para que puedas generar una idea impresionante, incluso si no eres diseñador.
Combina colores y texturas
No te conformes con el papel blanco y busca algunas alternativas con colores vibrantes que llamen la atención de inmediato.
Puedes usar hojas de color oscuro y decorarlas con tipografía en tonos dorados y plateados para contrastar.
Además, no te conformes con el papel bond y opta por otros tipos como el repro y couché o estucado. Ambos son excelentes para impresiones o escritura a mano, pues absorben la tinta sin generar manchas.
Añade aromas
En algunas papelerías venden papel perfumado, lo cual le añade un toque especial a una carta personal. Sin embargo, tú puedes hacerlo con tu propia fragancia de uso diario.
Con un atomizador, rocía el papel a una distancia mínima de 30 centímetros para que no dañe el papel ni se corra la tinta. No apliques gotas sobre el papel, pues podría dejar manchas y ocasionar que el aroma sea muy fuerte.
Además, haz una prueba en otra hoja antes de aplicarlo sobre tu carta para garantizar que no se dañará.
Crea tus propios sobres
El sobre tiene un gran peso en las cartas informales, pues no tiene que ser el clásico sobre americano de 110 x 220 milímetros utilizado para misivas formales. Incluso, puedes hacerlo de la medida que tu elijas, sin importar cuántos dobleces lleve tu carta.
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por Redacción Milformatos el 07 de noviembre de 2021
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