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Si necesitas redactar un texto, pero no sabes cómo comenzar, te explicaremos cómo hacer un escrito, dependiendo del tipo de documento que deseas elaborar. Además, te presentaremos unos ejemplos útiles y te daremos unos consejos prácticos para que los pongas en práctica.
Un escrito es un documento por medio del cual se brinda o comparte información sobre un tema específico. Existen diversos formatos, entre los cuales se encuentran las cartas, ya sean formales o informales.
Además, también se pueden redactar escritos académicos, legales, de correspondencia, entre otros.
El tema y la intensión define el lenguaje, tono y léxico que se puede o debe emplear. En algunos casos, las reglas son flexibles, principalmente en los escritos informales.
No obstante, cuando se trata de textos formales, estos deben cumplir una serie de requisitos, reglas de redacción y pautas que se deben cumplir.
A continuación, vamos a mostrarte los pasos que debes seguir para elaborar un escrito.
Como hemos mencionado previamente, existen diferentes tipos de escrito. Sin importar cuál sea la temática, los pasos serán muy similares.
Para saber cómo hacer un escrito, es importante tomar en cuenta de qué tipo se trata.
Como su nombre lo dice, están relacionados con una actividad administrativa, ya sea gubernamental, empresarial o académica.
Estos textos se distinguen porque su estructura de presentación es formal y, en algunos casos, rígida. El lenguaje no puede ser coloquial, tiene que ser breve, conciso, serio y directo.
Están enfocados a la educación y disciplina pedagógica. El escrito suele exponer herramientas para mejorar y agilizar el aprendizaje del alumnado.
Además del texto, utilizan imágenes, gráficas y otros recursos visuales para facilitar la comprensión.
Se trata de textos expositivos en los que se detallan problemas o cuestiones contenidas dentro del propio documento.
Como su nombre lo dice, su finalidad es informar, ya sea explicando o comunicando una situación o hecho. Se distinguen por ser de fácil lectura y en un tono semiformal.
Permiten a un tercero llevar a cabo determinada acción o acciones, desde realizar una actividad, armar un artefacto hasta manipular un objeto o maquinaria. Aunque incluyen muchos detalles y, en algunos casos, apoyo visual, suelen ser concisos.
Están enfocados al ámbito jurídico-legal y se redactan en lenguaje formal, estructurados en un orden lógico y jerárquico. No da cabida a ambigüedades, pero sí al uso de latinismos u otros términos especializados.
Son textos creativos, sobre temas reales o ficticios, cuya estructura y formato es libre. Además de novelas, cuentos y poemas, también incluyen las cartas informales. Es decir, aquellas que son dirigidas a familiares, amigos, parejas; en suma, a seres queridos.
Estos textos son el resultado de una minuciosa investigación sobre un tema científico. Están dirigidos a públicos especializados y el lenguaje que se utiliza es técnico. Su objetivo es presentar tesis, resultados, argumentos o describir fenómenos.
Además de temas científicos, son ampliamente utilizados por las disciplinas humanísticas: historia, la filosofía, antropología, ciencias sociales, entre otras. El texto puede tener una intensión meramente expositiva o crítica, pero su carácter siempre será subjetivo.
Se trata de escritos que se utilizan para trámites dentro y fuera de consultorios, clínicas, centros médicos u hospitales. Entre estos se encuentran informes, dictámenes, estudios y recetas médicas.
Sirven para promocionar productos y servicios, pero también propuestas políticas. Entre estos se encuentran los panfletos, comunicados, cartas abiertas, etcétera.
Estos escritos se usan para anunciar o brindar información sobre productos o servicios. Además del texto, incluyen símbolos que permiten vincular al cliente con la empresa o negocio.
Sin importar el tipo de escrito que necesitas redactar, hay algunas pautas que debes tomar en cuenta para darle coherencia y claridad:
Pregúntate qué y cómo lo quieres decir, antes de empezar a redactar. Realiza un esquema con las ideas principales y secundarias. Si el texto tiene una estructura definida, realiza un borrador basándote en ella, para organizar la información que vas a presentar.
Hablar y escribir son dos procesos diferentes. Al redactar un texto, no cometas el error de hacerlo a manera de conversación. Cada frase que escribas debe contar con la estructura sujeto-verbo- complemento.
Solo de esta manera puedes garantizar que tu idea estará correctamente enunciada, sin dar pie a la interpretación.
Los signos de puntuación son indispensables para que el lector comprenda la idea que le presentas. Una coma en el sitio incorrecto puede cambiar el significado de tu mensaje.
Esto es muy importante si no tienes mucha experiencia con la escritura. Usar frases cortas en tu texto permitirá que tu exposición sea sencilla, concisa y coherente, lo que facilitará que tu lector te entienda.
Usar conceptos o tecnicismos no es lo mismo que utilizar palabras rebuscadas. Los primeros le brindan formalidad y seriedad a tu texto, mientras que las segundas hacen que se lea forzado.
En lugar de usar un término rimbombante, explica tu idea de manera sencilla, ya que esto le brindará la sensación de que la información que le brindas es honesta.
Lee tu texto las veces que sea necesarias para evitar que pases por alto errores ortográficos. Si tienes la oportunidad de dar un vistazo a la actualización en las reglas ortográficas, hazlo para que tu escrito no se lea anticuado.
Escrito administrativo
Ejemplo de escrito médico
Escrito instructivo
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por Redacción Milformatos el 19 de junio de 2023